Babia Góra se eleva solitaria sobre los picos más bajos y los profundos valles, lo que permite que sea un mirador perfecto. Gracias a la carretera que pasa a través del paso de Krowiarka, por la cual se sube hasta la cima del macizo Diablak (a 1725 metros sobre el nivel del mar), el camino es corto y fácil aunque inclinado. El camino conduce por el bosque, a través de la ruta roja, escalando una pared inclinada hasta Sokolica, donde se encuentra un mirador increíble. Luego de continuar el camino por el bosque, se entra a los terrenos con pinos negros densos y se camina sobre varias capas de la cresta hasta finalmente llegar a la cúpula de Diablak hecha de piedra. Después de disfrutar el panorama que se extiende en el horizonte, se baja por la ruta roja hasta el paso de Brona y se continúa dejando la cresta, adentrándose en los bosques hasta llegar al refugio de montaña en Markowe Szczawiny. Desde aquí hasta el punto de salida, es decir el paso de Krowiarka, se llega siguiendo la ruta azul.