Beskid Mały y Makowski
Beskid Mały y Makowski
Por montañas y valles
Beskid Mały y Makowski son dos cadenas montañosas pintorescamente situadas con un relieve del terreno variado, cortadas por profundos valles fluviales. Las montañas están cubiertas por bosques de piceas, abetos y hayas, que son el hogar de especies de animales poco comunes, como el lince. Parte de la región de Beskid Mały fue protegida en el Parque Paisajístico de Beskid Mały: tanto la propia cordillera como el Parque se extienden más hacia el oeste, en el territorio del voivodato de Silesia. A los visitantes les gusta especialmente ascender a las cumbres de la Cordillera: Łamana Skała (Łamana Skała con la Reserva Madohora, Leskowiec, las Crestas de Juan Pablo II con un refugio y una capilla dedicada al santo), Babica (con la Reserva Bosque Gościbia), Koskowa Góra (con el popular Kotoń) o Lubomir (con un observatorio astronómico, Łysina y un refugio en Kudłacze). En los bosques se pueden admirar impresionantes afloramientos de rocas areniscas y cuevas. En el río Skawa, entre Zembrzyce y Świnna Poręba, se encuentra el Lago Mucharskie, que en el futuro debe ser acondicionado para fines turísticos. Merece la pena ir a la mayor reserva del voivodato de Małopolska, el Bosque Gościbia, situado 30 km hacia el este. Incluye la parte norte de las laderas de Babica, con varias crestas laterales, cortadas por los valles del arroyo Gościbia y sus afluentes menores. El terreno de la reserva está cubierto en su totalidad por un bosque. Los valores paisajísticos los aportan los valles profundamente recortados de los arroyos, que en un corto tramo de apenas 2 km vencen casi 300 m de desnivel, creando una sucesión de pequeñas cascadas, rápidos y saltos de agua. La zona está cubierta por bosques de hayas de los Cárpatos y fascinantes formaciones vegetales en los manantiales de los arroyos. Una buena parte de los bosques de la reserva la forman además plantaciones artificiales de coníferas. Además de los valores naturales, la reserva debe desempeñar una función de protección de las fuentes de agua potable para Sułkowice. Durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en el año 1944, tuvieron su base en el bosque del valle del Gościbia destacamentos partisanos.
También se produjeron episodios de guerra en la reserva Zamczysko nad Rabą. En el siglo XIII se construyó en los terrenos de la actual reserva un fuerte, cuyo principal elemento era una sólida torre defensiva de piedra: la torre del homenaje. El fuerte tenía una función fiscal y de vigilancia: junto a él discurría la ruta comercial desde Cracovia y Wieliczka hacia Hungría. Era parte de las fortificaciones de Myślenice, un sistema de obstáculos formados por árboles cortados que discurría a través del valle del río Raba, en los confines meridionales de las tierras pertenecientes al duque de Cracovia. La torre fue derribada con una carga de pólvora en circunstancias poco claras: una de las hipótesis dice que esto ocurrió en el año 1457, por orden de Casimiro Jagellón, que temía que la construcción fuera utilizada por los caballeros mercenarios sublevados. La Reserva Madohora, situada en los terrenos de la localidad de Andrychów en Małopolska, protege a abetos de 150 años, bellas hayas y afloramientos rocosos, incluyendo las «piedras errantes» situadas junto a la ruta y los musgos que se encuentran en la «Lista roja de musgos amenazados en Polonia».
Monumentos
Tanto en Beskid Mały como Makowski encontraremos numerosos monumentos. Los más famosos de ellos son los edificios sagrados. El más valioso es el manierista conjunto arquitectónico y paisajístico y el parque del peregrino del siglo XVII en Kalwaria Zebrzydowska, que fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 1999. El complejo está formado por la Basílica de Santa María de los Ángeles y el Santuario, así como la imagen milagrosa de la Madre de Dios de Kalwaria, el monasterio de los Padres Bernardinos y el famoso parque del peregrino, formado por 45 capillas y pequeñas iglesias. En la calle Bernardyńska, delante de la Plaza Rajski y la entrada al terreno del complejo del monasterio, se encuentra una hilera de edificios llamados las Casas de los Peregrinos. Las casas de dos plantas fueron construidas en la primera mitad del siglo XVIII y tienen unas originales terrazas de madera con una cubierta. También merece la pena ver la iglesia de San José, la iglesia de San Miguel Arcángel y el Monasterio de los Hermanos de San Juan bajo la advocación de San Florián en Zebrzydowice. Una parada obligatoria es Wadowice, la ciudad natal de San Juan Pablo II, donde merece la pena visitar la Basílica de la Presentación de la Santísima Virgen María y el Monasterio de los Padres Carmelitas Descalzos con el Santuario de San José.
También merece la atención la iglesia de madera de San Joaquín en Skawinki, el Santuario de la Madre de Dios Reina de las Familias en Maków Podhalański, la iglesia del Nacimiento de la Santísima Virgen María y la pequeña iglesia de Stradom, en Myślenice. En la región también pueden visitarse la Iglesia de la Santísima Trinidad de Jordanów y el Santuario de la Madre de Dios de Inwałd.
Pero no se acaban aquí los monumentos sagrados. También merecen la atención la iglesia de San Erasmo en Barwałd Dolny y el complejo de iglesia y monasterio en Sucha Beskidzka. La primera iglesia en este lugar fue construida en el año 1614 por el propietario del caserío, Piotr Komorowski. Lo hizo tras la curación milagrosa de una enfermedad ocular.
En Beskid Mały también se encuentran las Crestas de Juan Pablo II (antes Jaworzyna, 886 msnm), situadas en su parte oriental. En la cumbre de la montaña se encuentra la capilla de la Madre de Dios Reina de las Montañas, levantada como ofrenda de los turistas al Santo Padre Juan Pablo II. Junto a la capilla se colocó una cruz de acero dedicada a las «gentes de las montañas» y el monumento de Juan Pablo II.
Estando por los alrededores merece la pena visitar la encantadora Lanckorona, antiguamente el lugar favorito de descanso de los artistas cracovianos. Hoy su antiguo encanto se conserva en sus excepcionales edificaciones de madera y en la iglesia de Juan Bautista, del siglo XIV. Merecen una especial atención la plaza del mercado, alrededor de la cual se concentran los edificios más interesantes desde un punto de vista arquitectónico, así como las ruinas de un castillo de los tiempos de Casimiro el Grande, que dominan la aldea. También pueden admirarse edificaciones de madera en Maków Podhalański, donde se han conservado casas de la primera mitad del siglo XIX.
Sucha Beskidzka también tiene su atmósfera especial: aquí veremos el castillo renacentista de la familia Komorowski, a menudo llamado «el Pequeño Wawel» (debido al parecido de los patios de arcos en ambos edificios). Actualmente alberga el Museo Municipal de Sucha Beskidzka, el Centro Municipal de la Cultura y la Galería de Arte «ZAMEK», la Escuela Superior de Turismo y Ecología y el Hotel y Restaurante «KASPER SUSKI». Una conocida atracción de los alrededores es la Taberna «Rzym», que se encuentra en el edificio original de una taberna del siglo XVIII y donde se sirven sabrosos platos tradicionales.
Estando en Myślenice es obligado ver la Casa Griega, la Casa señorial Dolnowiejski, el molino de agua para cereales, el castillo, además de pasar por su histórica plaza del mercado. Merece la pena saber que en Tokarnia se encuentra una casa señorial y un camión de bomberos antiguo. En Jordanów es posible pasear por su encantadora plaza del mercado, junto a la cual se encuentra la mayor atracción y al mismo tiempo la mejor tarjeta de visita de todo el municipio de Jordanów: el ayuntamiento de la Ciudad. Este edificio de dos plantas fue construido en el año 1911 y originalmente tenía un acabado de madera, pero tras una restauración general se cambió su aspecto exterior. A unos minutos andando de la plaza del mercado, en el parque «Szubert» de Jordanów, se puede admirar el impresionante Roble de la Libertad. Fue sembrado en virtud de la resolución del Consejo Municipal el 21 de mayo de 1919. Recuerda la recuperación de la independencia por Polonia.
Al viajar por Beskid Mały y Makowski merece la pena recordar el palacio clasicista de la familia Bobrowski en Andrychów. El palacio, junto a la iglesia parroquial, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. El complejo de palacio y parque se encuentra en el mismo centro de Andrychów. Lo forman un palacio de tres alas, de una sola planta, parcialmente con sótano, con su parte frontal dirigida hacia la calle Krakowska y un amplio parque que se extiende por su parte sureste, con un vasto estanque.
Uno de los más interesantes monumentos de los alrededores es la casa señorial de Stryszów, levantada en el siglo XVI por el entonces propietario de Stryszów, Adam Suski, como casa señorial defensiva. En la primera mitad del siglo XVIII fue destruida por un incendio y tras su reconstrucción se cambió su carácter, siendo convertida en una residencia rural. En los años 50 del siglo XX fue cedida al Museo de Wawel. Hoy desempeña la función de institución museística, como sección del Castillo Real de Wawel.
¿Y tal vez un museo?
Al visitar Beskid Mały y Makowski merece la pena ver los museos de la región. Disfruta de un enorme interés el Museo de la Casa Natal del Santo Padre Juan Pablo II en Wadowice, que fue abierto en el 64 cumpleaños de Karol Wojtyła. En él Museo se puede ver, por ejemplo, el interior reconstruido de la vivienda de los señores Wojtyła.
En Maków Podhalański, situado al sur de Wadowice, merece la pena visitar la Sala Regional de las Tierras de Maków Emil Wacyk. La sala está localizada en la «casa señorial Paczosówka» y en esta casa se puede ver documentos y fotografías acerca de la historia de la ciudad y los alrededores (también relacionados con el periodo de ocupación hitleriana). También se encuentran allí antiguos enseres domésticos y trabajos de artistas populares, entre otros, esculturas, cuadros, juguetes de madera y originales bordados blancos de Maków.
En Lanckorona, situada al norte de Maków, se encuentra la Sala Museística Antoni Krajewski, profesor de Cracovia. La institución se encuentra en un edificio de madera, salvado del incendio de la ciudad en el año 1896. El museo nació por iniciativa de la Asociación de Amigos de Lanckorona y en él pueden verse objetos de excavaciones arqueológicas de los terrenos del castillo de Lanckorona, además de objetos de uso cotidiano y artesanía popular de los habitantes locales, procedentes de comienzos del siglo XX. Una parte de la exposición está dedicada a la Confederación de Bar.
En el Museo de la Independencia de Myślenice se encuentran colecciones de las excavaciones arqueológicas de los terrenos del castillo de Myślenice y arreglos que presentan elegantes interiores burgueses del siglo XIX. También merece la pena pasar por: el Museo Municipal de Sucha Beskidzka, la Galería del Producto Local de Stryszów, el Museo Municipal de Wadowice y el museo privado polaco-estadounidense Hell’s Angel. La exposición presenta, por ejemplo, fragmentos de un bombardero estadounidense B-24 «Liberator», que fue derribado en Zygodowice durante la Segunda Guerra Mundial tras una incursión aérea contra las plantas químicas en Oświęcim.
Beskid Mały y Makowski de forma activa
La red de rutas turísticas en Beskid Mały y Makowski está bien desarrollada. La mayoría de ellas lleva a las crestas de las cordilleras más importantes, gracias a lo cual se puede ascender con facilidad a las cumbres más interesantes.
A aquellos que deseen sentir en su propia piel el aire fresco de las montañas les proponemos rutas a pie: la Pequeña Ruta de los Beskides, que discurre por las principales cumbres, las rutas en la Cordillera Koskowa Góra, en la Cordillera de Babica y las Crestas de Juan Pablo II y Leskowiec. La Ruta Papal de Małopolska, una de las más interesantes rutas temáticas en la región, lleva tras las huellas de Karol Wojtyła, después San Juan Pablo II. Su ruta principal lleva desde Kalwaria Zebrzydowska hasta Stary Sącz (231 km). De ella salen vías laterales y la longitud total de la ruta, con sus variantes, es de unos 620 km. La ruta aprovecha la ya existente red de rutas turísticas de Asociación Polaca de Turismo y Estudios Regionales (PTTK).
A los esquiadores les recomendamos los remontes: Czarny Groń, Arena Myślenice y Szklana Góra.
Las rutas ciclistas de los Beskides son muy variadas. Las bellas vistas y las curiosidades arquitectónicas harán que cualquier amante a las excursiones en bicicleta esté encantado. El gran número de senderos y caminos permiten huir rápidamente hacia la civilización en caso de mal tiempo o avería del equipo. Especialmente recomendable es ruta alrededor del «Pequeño Wawel», que lleva junto al castillo y la Taberna «Rzym» en Sucha Beskidzka. Los ciclistas también valoran especialmente la ruta alrededor de la «Zona de tiempo libre», que incluye: Zarabie, Zamczysko, las iglesias y la Casa Griega en Myślenice y las iglesias de Pcim y Trzebunia. Otra interesante ruta ciclista lleva alrededor del Santuario y los senderos en Kalwaria Zebrzydowska y sus alrededores.
Beskid Mały y Makowski culturalmente
Es digna de atención la Ruta de la Arquitectura de Madera de Małopolska: crea una red formada por 255 edificios históricos. Son pintorescas iglesias, bellas iglesias ortodoxas, esbeltos campanarios, casas señoriales de la antigua Polonia, villas de madera y museos al aire libre, que se encuentran entre los más valiosos monumentos de madera de la cultura material. En el registro de la Ruta de la Arquitectura de Madera se incluyeron, entre otros: las edificaciones de Lanckorona y la taberna «Rzym» en Sucha Beskidzka, así como la iglesia de San Erasmo en Barwałd Dolny.
Una propuesta interesante es la Ruta de los Gastrónomos de Małopolska. Los lugares localizados en esta ruta son restaurantes y, siendo más precisos, tabernas regionales, que sirven productos regionales y presentan la herencia culinaria de Małopolska. Recomendamos especialmente la taberna «Rzym» en Sucha Beskidzka, «Kocierz» en Andrychów y las posadas en Rzyki.
La Ruta de la Artesanía de Małopolska se creó para que los turistas pudieran conocer a los artistas populares, para los cuales la artesanía no es solo una profesión, sino, ante todo, una pasión. Gracias a esta iniciativa se puede visitar, por ejemplo, el taller de alfarería de Jerzy Mika en Wadowice, los talleres textiles de Sieniawa, una plantación de mimbre y el país de la escultura. A los que aprecian el descanso activo combinado con el aprendizaje de la artesanía les recomendamos visitar Tokarnia, famosa por la artesanía de papel y la escultura popular. Maków Podhalański os seducirá con sus juegos tradicionales y productos bordados, Jordanów con los excelentes ejemplos de pintura sobre vidrio, Myślenice revelará los secretos de la escultura popular y Lanckorona de la producción de su famosa cerámica.
¡Divirtámonos!
Numerosos festivales musicales y eventos culturales atraen a Beskid Mały y Makowski a visitantes de toda Polonia.
Recomendamos especialmente los Encuentros Internacionales con el Folklore de Małopolska en Myślenice, es decir talleres de artesanía para niños y adultos. Incluyen actividades de baile, conciertos de música étnica, proyecciones de cine, exposiciones y encuentros con autores. En el calendario de festivales de Wadowice encontramos: Reggae Most, la Carrera de Wadowice, la Carrera del Trotamundos, la Muestra de Películas de las Montañas o el Festival de Teatro Zgraja. En la ciudad también se celebra de forma especial el cumpleaños de San Juan Pablo II. En la localidad de Jaroszowice junto a Wadowice se celebra desde hace una década el Młyn Jazz Festival. Es una fiesta al aire libre de los aficionados al jazz, cuyos anfitriones son los propietarios del hotel Młyn Jacka.
Una propuesta interesante para los aficionados al deporte es la Carrera por el Corazón del Ladrón bajo la Montaña de Oro en Andrychów: un evento caritativo para corredores y ciclistas. Además, merece la pena participar en agosto en la Carrera Ciclista Internacional «Memorial Henryk Łasak».
Si vamos a Beskid Makowski y Mały vale la pena estar al día de los programas cíclicos de eventos culturales: las Jornadas de la Región de Sucha Beskidzka, que inauguran las vacaciones, el Festival de Verano de Myślenice, el Festival Estival de Música de Kalwaria Zebrzydowska, el Festival Ángel en el Pueblo de Lanckorona o la Semana de la Cultura de los Beskides en Maków Podhalański.
También merece la pena recordar la amplia oferta para familias con niños. En Inwałd los más pequeños estarán encantados con una visita al Mini Zoo Kucyk, a los amantes de las flores les gustará el extraordinario Jardín de Juan Pablo II, a los que se interesan por el mundo les recomendamos el Parque de Miniaturas «Mundo de los Sueños», a los aficionados de «Jurassic Park» Dinolandia y a los interesados en el pasado la Fortaleza Medieval de Inwałd. También merece la pena visitar Apilandia: el Centro Interactivo de la Apicultura en Klecza Dolna y el observatorio astronómico en Lubomir.